21 de agosto de 2015

Leyenda de las mujeres emparedades

Beata emparedadaEsta historia tiene su origen en un convento femenino cercano a la Iglesia de San Salvador de los Caballeros, la casa de Las Beatas de San Agustín.

Convento fundado por fray Alonso de Orozco para que habitara en él su hermana Francisca, que quería hacerse beata de un convento que no fuese cerrado y por eso se acogieron a la orden de San Agustín. Se crea el Beaterio de Agustinas en 1566.

Más tarde, en 1573, se convierten en monjas agustinas, vivían de las limosnas y de su trabajo.

Se cuenta que estas beatas, al no tener iglesia en su convento, iban a orar a la cercana iglesia de San Salvador en la Corredera del Cristo.
Allí se emparedaban en señal de penitencia dejando un hueco en la pared para adorar al Santísimo y para poder alimentarse. Pasado el tiempo que ellas consideraban necesario de rezo y sacrificio volvían a salir al exterior y regresaban al convento.

Cualquier persona que se acercara a la iglesia podía ver en su interior a estas penitentes.

Fuente: Leyendas

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