14 de septiembre de 2015

Personajes que MARCAn TALAVERA: Morenito de Talavera y Joselito

Morenito de Talavera
Fuente: MarcaTalavera

Emiliano de la Casa García, más conocido por su nombre profesional taurino, “Morenito de Talavera”, nace en esta ciudad el 30 de junio de 1914. Su afición a la tauromaquia le vino desde niño; un hito que le marcó fue la muerte de Joselito cuando él solo tenía seis años y, tiempo después, lo contaba él mismo así: “La verdad es que conforme oía hablar de aquella tragedia, la afición crecía en mí”.

Comienza su andadura taurina con doce o trece años participando en las capeas de los pueblos de alrededor, con lo que se va metiendo de lleno en el mundo del toro y ganando fama. Finalmente, su debut como novillero es en Madrid el 8 de septiembre de 1935, alternando con “Niño Tomares”, José Ramírez y “Navarrito”. Pero este éxito inicial sufre un parón debido al desarrollo de la Guerra Civil y vuelve a los ruedos en agosto de 1939.

Toma la alternativa el 14 de mayo de 1942 en Barcelona, con Manolete como padrino, Pepe Luis Vázquez de testigo y ganadería de Juan Pedro Domeq. La confirmación es un año después, el 18 de junio, en Madrid, con Antonio Mejías Jiménez, alias “Antonio Bienvenida”, como padrino. En Hispanoamérica, la confirmación viene de la mano de Luis Castro “El Soldado” como padrino, el 17 de noviembre de 1946 en México.

Se despide oficialmente del toreo en las Ferias de Mayo de Talavera en 1951, el 16 de mayo, día del aniversario de la muerte de Joselito, acompañado de Julio Aparicio y el “Litri”, aunque toreará después algunos festejos en España y Colombia durante las temporadas 1953 y 1954. Finalmente, el espada “Morenito” fallece en Madrid el 13 de marzo de 1973, a los 58 años. 


La familia De la Casa siempre ha estado relacionada con el mundo taurino: los hijos de Emiliano, José Luis y Gabriel, y su hermano Pedro “Morenito de Talavera Chico”, también se convierten en matadores de toros. Además, su nieto, igualmente de nombre Gabriel, es escultor y sus obras siguen una temática de tauromaquia.

Busto de Joselito en los Jardines del Prado.  Fuente: MarcaTalavera
En cuanto al matador sevillano José Gómez Ortega “Gallito III” o Joselito (1895-1920), éste murió en La Caprichosa de Talavera el 16 de mayo de 1920. El cartel de esa tarde  lo integraban Rafael Gómez “El Gallo”, Ignacio Sánchez Mejías y Larita, siendo Joselito incluido a última hora. El quinto toro, “Bailaor”, de la ganadería de la señora viuda de Ortega, le causó una cornada en el vientre que le produjo la muerte.

La plaza de Talavera recibió este nombre a partir de la muerte de Joselito, debido a que aquel día estaba en el palco la reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII, a la que el pueblo apodaba “La Caprichosa”. Joselito acababa de realizar el llamado salto de la garrocha -se hacía con una vara de fresno el doble de alta que el torero- y la reina le pidió que lo repitiera. El matador, consciente de que se jugaba la vida si lo volvía a hacer, no quiso defraudar a la reina y en el segundo salto el toro le rozó con un asta y lo remató en el suelo. Según cuentan las crónicas, Joselito no murió por la herida, sino del infarto al ver caer sus tripas por el suelo.

Joselito fue enterrado en el cementerio de San Fernando de Sevilla, en un mausoleo financiado por suscripción popular y realizado por el escultor valenciano Mariano Benlliure.

Desde entonces, es costumbre interpretar en las plazas el pasodoble Gallito (aunque se compuso originalmente en honor de su hermano mayor) cada aniversario de la cogida. Además, todos los 16 de mayo, en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, las cuadrillas hacen el paseíllo con la montera en la mano y se guarda un respetuoso minuto de silencio en recuerdo a la muerte de Joselito.

José Gómez Ortega fue hijo, hermano y nieto de toreros de la famosa dinastía taurina de los Gallo; fue considerado en su época un niño prodigio del toreo.

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1 comentario:

  1. LOS HIJOS DE MORENITO EN LA CORREDERA

    Dos eran los hijos de Morenito:
    José Luis, mayor, precede a Gabriel
    pálido Gabriel, José oscura piel
    que en Cenicientos marcaron un hito.

    Vibrante un clarín vuela al infinito
    se entreabre el portón, que angosto es él
    y asoma un eral del umbral aquel,
    encastado y bravo y comienza el rito.

    Se abren las capas sobre el pardo suelo,
    en la dura tierra huérfana de albero
    la voz que aconseja es la de un torero;

    Morenito padre atrapada al vuelo
    de una fina loza hecha en Talavera
    que durante años vio La Corredera.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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