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13 de julio de 2015

Personajes que MARCAn TALAVERA: Fray Hernando de Talavera II

http://www.lovetalavera.com/turismo/lugares-que-visitar/la-casa-de-fray-hernando-de-talavera/La última etapa de Fray Hernando (1492-1507) se abre con la conquista de Granada. Fray Hernando formó parte de la comitiva que penetró en la ciudad morisca.

Fue nombrado primer arzobispo de Granada y allí erigió su iglesia catedral.
En tal alta dignidad de la Iglesia fue el sustento de los pobres moriscos, a quienes repartía sus rentas, y doctrinaba. Dirigió hábil y constantemente la conversión de los moros, tratando a los convertidos con alta consideración evangélica, pero al mismo tiempo con grandes exigencias. Para facilitar la asimilación, Fr. Hernando realizó la mayor revolución litúrgica en la lengua, textos, ritos, etc. Aprendió el árabe y predicó a los habitantes de Granada y sus inmediaciones en su propia lengua y con el ejemplo. Los moros le llamaban el alfaquí santo. Hubo abundantes conversiones, y sobre todo, paso de grupos enteros del Islam a la Cristiandad.
Moros y cristianos le adoraban como la providencia de Granada, atrayendo a los unos por el amor y a los otros por la pureza de sus costumbres, dignas en todo de las de los Padres de la Iglesia primitiva. El sosegó tumultos y asonadas de los moriscos que se sublevaban ante la intolerancia de Cisneros, logrando librar a éste de la muerte en un alzamiento de Albaicín y consiguiendo que dejasen las armas en su presencia, solo, descalzo, apóstol de paz, se arriesgó a entrar en medio de los sublevados en un intento de apaciguar ánimos y no solo fue respetado, sino que las irritadas muchedumbres besaban humildemente sus sagradas vestiduras.

Esta no acostumbrada tolerancia con los cristianos nuevos, le acarreó, muerta Isabel la Católica en Medina del Campo el 26 de Noviembre de 1504, gravísimas persecuciones. El inquisidor de Córdoba, Diego Rodríguez Lucero, en causa sobre herejía, mando encarcelar a María Suárez, hermana del Arzobispo, y a las hijas de ésta, María y Constanza, y al presbítero Francisco de Herrera, al mismo tiempo que impetraba licencia de la Santa Sede para hacer otro tanto con el venerable Fr. Hernando de Talavera, petición a que se negó el Pontífice. Este golpe tan imprevisto, que hubiera bastado a desconcertar a hombre de menos fe, solo sirvió para robustecer la suya, para inspirarle confianza en su justicia y en la conciencia de los tribunales. Los autores de tan tremenda acusación, que sobornaron al odioso Lucero, habían sido algunos personajes de aquellos que fueron despojados, en beneficio de los pobres contribuyentes, de las mercedes enriqueñas, a propuesta del confesor de Isabel la Católica. Pero, al fin, enterado de todo el Papa Julio II, mandó llevar el proceso a Roma, y habiéndole examinado en presencia del obispo de Burgos, D. Juan Pascual, comisionó al Nuncio en la corte de España, para que informase acerca de la calidad de los testigos. Sabedor, por otro conducto de que éstos hombres, gente ordinaria, sin cultura y sin instrucción alguna, vendidos acaso a los enemigos del Prelado, declaró calumniosa la acusación contra Fr. Hernando de Talavera, parientes y familiares, que fueron puestos en libertad; condición y beneficio que Fr. Hernando no había de disfrutar mucho tiempo, puesto que, a los pocos días, a las doce horas del 14 de Mayo de 1507, se remontaba su alma, al seno de los justos, dejando anegada en lágrimas a toda la población de Granada.


Enterrado en la catedral vieja, fue luego trasladado su cadáver a la nueva el 18 de Diciembre de 1517, siendo depositado en la capilla del Sagrario, al lado del Evangelio, dentro de un sepulcro de piedra, que mandó construir su íntimo amigo el Conde de Tendilla, D. Iñigo López de Mendoza.

Obras:
En las Bibliotecas de la Real Academia de la Historia y de El Escorial, se conserva un incunable intitulado "Breve e muy provechosa doctrina de lo que debe saber todo fiel cristiano, con otros tratados muy provechosos, compuestos por el Arzobispo de Granada, Hernando de Talavera.
Los tratados están divididos en capítulos y son:
"Confesional... o avisación de todas las maneras en que podemos pecar contra los Diez Mandamientos."
"Breve tratado de como habemos restituir e satisfacer de todas maneras de cargo que son seys."
"Breve e muy provechoso tratado: de como habemos de comulgar."
"Muy provechoso tratado: contra el murmurar y decir mal mulgar."
"Devoto tratado de lo que representan e nos dan a entender las ceremonias de la misa."
"Solazoso y provechoso tratado contra la demasía en el vestir y de calzar y de comer y de beber."
"Provechoso tratado de como debemos haber mucho cuidado de espender muy bien el tiempo y en que manera lo habemos de espender para que no se pierda de momento."
"Impugnación en defensa de nuestra fe."
"Ceremonial, una forma de visitar iglesias y conventos de monjas".
"Instrucción para las monjas de un monasterio de Ávila".

6 de julio de 2015

Personajes que MARCAn TALAVERA: Fray Hernando de Talavera I

Monje Jerónimo, prior de Prado, obispo de Ávila y arzobispo de Granada, confesor  y consejero de Isabel la Católica, que actuó activamente en la política castellana y en la organización del reino de Granada. Escritor menos conocido, pero de indudables méritos.

http://www.lovetalavera.com/turismo/historia/fray-hernando-de-talavera/Nació en Talavera de la Reina, en la calle del Contador, en la casa llamada de los Ezquerras, y en cuya fachada se ha colocado, por iniciativa del académico correspondiente D. Luis Jiménez de la Llave, y redactada por una comisión de la Academia de la Historia, una lápida de mármol blanco, que dice así: "En esta casa nació D. Fr. Hernando de Talavera Prior del Monasterio de Prado obispo de Ávila, primer arzobispo de Granada y examinador de los proyectos de Cristóbal Colon. La patria a su hijo ilustre año 1892 en los días del cuarto centenario del descubrimiento de América".

Todas las fuentes silencian detalles sobre su nacimiento, aunque se cree que fue en el año 1428, ignorándose el mes y el día, y el nombre de sus padres, los cuales eran pobres colonos de D. Fernando de Álvarez de Toledo. Fue Hernando, en su niñez, seise o cantor en la Colegiata de Talavera, donde estudió Gramática latina, hasta que, con el apoyo del citado Conde, pasó a estudiar en Salamanca, donde simultaneaba el trabajo y el estudio de teología. Ya hecho sacerdote, profesó en la orden monástica de San Jerónimo, en el convento de San Leonardo de Alba de Tormes, a cuatro leguas de aquella ciudad, el día 15 de Agosto de 1458, haciendo una vida ejemplarísima de humildad y cordial santidad de todo punto inimitable durante los siete años que pasó en el noviciado.

Ocupó la vacante de priorato en el Monasterio de Nuestra Señora de Prado de Valladolid de 1466 a 1475. En dicho monasterio pasó los años de prueba y aprendido las observancias de la Orden, que vivían un momento glorioso. Los escritos de éste período rezuman madurez, y las fuentes narrativas hablan de su influjo sobre diversas damas nobles, que se pusieron bajo su dirección espiritual.
La fama de éste insigne varón llegó hasta la Reina Isabel la Católica, que poseía sus escritos, y decidió nombrarle su confesor y consejero imprescindible de 1475 a 1492.

Sobre él y la reina Isabel I la Católica se cuenta la siguiente anécdota histórica:
El monje se sentó en una silla e hizo un gesto respetuoso con la mano instando a la reina a arrodillarse, como cualquier otro penitente.Isabel se quedó atónita. Sus confesores siempre se habían arrodillado ante ella como muestra de deferencia hacia su persona. "Reverendo Padre", dijo, "la costumbre indica que ambos debemos arrodillarnos". Fray Hernando contestó: "Hija mía, la confesión es el tribunal de Dios, en el que no existen reyes ni reinas, sino simplemente pecadores; y yo, a pesar de mi indignidad, soy Su ministro. Lo justo es que yo me siente y vos os arrodilléis". La reina obedeció y confesó sus pecados. Más tarde diría: "Éste es el confesor que yo buscaba". Y durante algunos años conservó junto a ella a Talavera como su director espiritual.

Prescott pronunció estas notables palabras: "Fortuna hubiera sido para el país que la conciencia de la Reina hubiera estado confiada siempre a la dirección de personas de tan ejemplar piedad como Talavera".

Junto a ésta dimensión de consejero debe ponerse la de realizador de la reforma religiosa en la fase anterior a Cisneros, demostrando que por sus manos pasaban los hilos de la reforma en su sentido más amplio.

Respecto al ingreso de Dª Juana la Beltraneja en el convento de Santa Clara de Coimbra; los Reyes Católicos enviaron como embajadores a los ilustres talaveranos Fray Hernando y D. Rodrigo Arias Maldonado a presenciar la ceremonia. De forma secreta, Fray Hernando recibió juramento del rey portugués de no permitir a Dª Juana abandonar la vida religiosa.

Se debe tener en cuenta su acción en la elaboración del Estado castellano moderno.
Los Reyes Católicos quisieron demostrarla el amor que le profesaban nombrándole obispo de Ávila; y previendo de antemano la posible renuncia de Fr. Hernando, se le anticiparon con una bula del Papa Sixto IV, en que se le mandaba aceptar, sin excusas ni pretextos de ninguna clase.

Pasó Fray Hernando algún tiempo en su obispado, introduciendo reformas y corrigiendo abusos; pero la Reina, que no quería prescindir de su confesor, le obligó a volver a su lado, solicitando antes la oportuna licencia de la Santa Sede.

Tiempo más tarde, Fray Hernando cumplió cargos de responsabilidad en la guerra de Granada y aconsejó sobre la política oceánica de Castilla.
Respecto a la negociación colonbina, no existen pruebas que demuestren la intervención de Fray Hernando más allá de la entrega de 1.157.100 maravedíes; ello hace suponer que habían mantenido algún contacto.