28 de julio de 2015

Talavera, ciudad de cementerios

Por las tierras talaveranas han pasado multitud de culturas a lo largo de los siglos, desde que los romanos se instalaran en ellas, los talaveranos se han ido adaptando a los cambios como en el resto de la península para poder sobrevivir en su día a día.

Cementerio judío. Fuente: Misterios.coUn punto característico y diferenciador de cada cultura es la manera, lugares y ritos para realizar los enterramientos.

Los cementerios romanos se situaban a las afueras de la ciudad (no implica que no hubiera enterramientos en el interior), principalmente en las rutas de accesos. Su cultura trataba a los difuntos con una serie de rituales que solían durar semanas en los casos de personajes más relevantes. Uno de los ejemplos de enterramiento romano en Talavera se encontraría en la necrópolis de la Puerta de Mérida, se especula sobre la existencia de un gran cementerio al margen derecho del arroyo de la Portiña. Por la muralla podemos ver algunas lápidas romanas reutilizadas como sillares en la ampliación del recinto.

Con la llegada del pueblo visigodo y principalmente después del reconocimiento del culto cristiano como religión en el edicto de Milán (313 d.C) en época aún romana, este tipo de enterramiento se modifica siendo menos suntuosos en cuanto al ritual pero con una característica importante, pasan a formar parte de la villa, ubicados en las cercanías de las iglesias.

Posteriormente con la incursión de los musulmanes en la Península volvemos a encontrarnos una diferencia en cuanto a los enterramientos. Los cementerios, maqbara, se desplazan al exterior de la villa, preferentemente en zonas vírgenes, puras, lugares donde no se utilizaban anteriormente. Existen multitud de ejemplos en la ciudad siendo el más importante la necrópolis hallada en la parte sur de los Jardines del Prado, que tras las obras realizadas para el aparcamiento subterráneo salieron a la luz diferentes tumbas dispuestas con el ritual musulmán (apoyado del costado derecho con orientación de la cabeza mirando al suroeste). Se estima que en esta zona puede haber de 800 a 1000 enterramientos.

Con la nueva conquista en manos cristianas, volvemos a cambiar el estilo de enterramiento, se retorna a la villa, adosado a las iglesias, por ejemplo, en la Colegial rezaba una inscripción a la entrada del cementerio que decía “serán levantados los cuerpos de los humildes”, nota bastante curiosa porque la gente noble solía enterrarse en el interior de las iglesias hasta que por decreto se eliminaron los enterramientos en el interior de las mismas.

Otro pueblo que formó parte de la ciudad hasta su expulsión fueron los judíos, que también tenían sus lugares de inhumación, ubicados en su barrio, la judería, como el que se encontraba cerca de la Plaza de Zamora limitado por el camino a Cervera.

Fuente de la información: Asociación La Barbacana

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